¿Qué mejor sensación que sentirse una misma? Que eres tú misma. Sin filtro. De la forma más natural que exista. Naturaleza en estado puro. Algo visceral. De forma pletórica...
Y aún más... ¿Cuándo lo has sentido?
... ¿Cuándo lo has compartido?
... ¿Cuándo fue la última vez que alcanzaste ese nivel de libertad?
Cada cual conoce la fórmula exacta. Cada ingrediente preciso, cada paso a dar y el punto justo de cocción.
Todo en esta vida es preciso. Todo aquello que te pida el cuerpo, siéntelo. Esa voz que te susurra al oído, escúchala... Atenta al latido.
En definitiva, seamos animales. Atendamos aquello que realmente necesitemos, anhelamos, deseemos,.. disfrutemos de todo aquello que nosotros mismos podamos crear. Explotemos nuestra imaginación. Seamos conscientes de la cantidad de maravillas que nos estamos perdiendo. Todas aquellas oportunidades que perdimos por estar demasiado pendientes de lo urgente, y no de lo importante.
Esto es una llamada a los subconscientes, a los deseos más fervientes, a aquello que nunca te creíste capaz de hacer, a aquello que solo le has confesado a la luna y sin saber porque. Os animo a encontrar formas imposibles en las nubes de noche o de día. A fugaros a otro mundo, a otro tiempo. A llegar a entender la magnificencia de la vida aún con los ojos cerrados. A apreciar cada percepción de nuestro cuerpo a través de los sentidos. A la interpretación libre de aquello que sucede y que no, de porque, de cuando,...
Es fácil...Desátate y goza.
Att: La mecánica de la pelusa.
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